| Miembros destacados de la Escuela de Frankfurt |
Introducción
Corría los año 1918-19. Alemania estaba asolada tras la lº Guerra Mundial, envuelta en una crisis económica, política y social sin precedentes, y un grupo de marxistas revolucionarios tratan de rebelarse contra el poder: sin embargo su insurrección es aplastada y en ella mueren entre otros Rosa Luxemburgo. La República de Weimar consigue consolidar de esta manera su poder. En este ambiente se crea el instituto de investigación Social, dependiente de la Universidad de Frankfurt y preocupado, sobre todo, por llevar a cabo las investigaciones sociológicas necesarias, para orientar una acción política económica y social, que fuera capaz de ofrecer una alternativa al injusto y explotador capitalismo imperante. Para esta tarea van a reunir investigadores de perspectivas diversas, pero comprometidos en la denuncia de todas las formas de dominación que segregan las sociedades modernas, sean socialistas o capitalistas. Además estos autores, compartían:
1. Los ideales de la Ilustración, como construir una sociedad libre fundamentada en la razón; la racionalidad como fundamento de la libertad y la libertad como campo en el que fermenta la razón.
2. El objetivo entonces era renovar la teoría marxista, superar las deficiencias del marxismo oficial, vigorizar el marxismo en su dimensión filosófica eliminando su dogmatismo; irradiar una nueva praxis más allá de los estrechos límites aplicados en la URSS o en la política social-demócrata. Estos aires revisionistas del marxismo oficial les llevó a estar en el punto de mira de los servicios de espionajes de los dos grandes bloques. Hoy es aportar una nueva vía (la tercera vía) a las políticas occidentales.
3. Hacen una crítica a la cultura occidental por haber permitido reducir toda racionalidad a la racionalidad científico-técnica.
4. Manifiestan una gran sensibilidad hacia las injusticias, las situaciones de opresión y sojuzgamiento que aparecen en las sociedades, y uno de sus objetivos será establecer praxis sociales orientadas a su solución y erradicación de las causas que las originan. Reconociendo que toda actividad filosófica ha de estar atravesada por un interés emancipatorio.
Su voz va a ser la "Revista para la Investigación Social"; y en alguno de sus primeras editoriales se podría haber leído que su bandera era la teoría crítica, sobre cuyo sentido Horkheimer diría: "El derecho y el deber de todo hombre que piensa es juzgar al mundo que se ha convenido en llamar libre según sus propios criterios; adoptar una actitud crítica respecto a él tomando, sin embargo, partido por las ideas que proclama, y defenderlo contra todos los fascismos -hitleriano, stalinista o cualquiera otro-" Con este acento autocrítico hacía el mundo libre, pronto recibiría la desagradable visita del poder dictatorial. El movimiento nazi cerraría sus puertas y la mayor parte de sus miembros emigraría a New York, donde permanecerían trabajando hasta su reapertura en 1950. Más tarde, será el momento de Adorno y Marcuse, en este momento se concentran en la crítica hacia el modelo tecnocrático de la sociedad postindustrial y su influencia se dejará notar en los movimientos estudiantiles de los 60 tanto en Estados Unidos como en Europa. Para algunos hoy en día se habla de la segunda generación de la Escuela de Frankfurt, de la mano de Jürgen Habermas, discípulo de Adorno, y de Anthony Giddens. Demos un repaso a las ideas más destacadas de sus miembros:
Horkheimer
El fruto del trabajo de la escuela de Frankfurt, es la llamada "Teoría crítica", que se enfrenta a la "Teoría tradicional" o "clásica". Se entiende por teoría el conjunto de ideas y presupuestos a partir de los cuales se interpreta la realidad. La teoría clásica, se puede caracterizar por el objetivismo, la aceptación del principio de identidad de Hegel, es decir, la identificación sujeto-objeto, racional-real, concepto realidad; así como de las pretensiones del positivismo, que identifica el conocimiento con la ciencia, es decir, reducen cualquier tipo de conocimiento a la racionalidad científicotécnica. Es la afirmación de la situación existente, quizá se pueda expresar con las sentencias de algunos racionalistas, para quienes éste es el mejor de los mundos posibles. La "teoría crítica", es una nueva concepción en la que de lo que se trata es de construir un saber racional que descubra lo que de irracional hay en la historia y en la sociedad. Se caracteriza por:
1 .Negatividad. La teoría crítica debería de ser negativa, decir no al estado de crisis dominante. La crítica como rebelión y discrepancia frente a la afirmatividad de la teoría tradicional donde se refrenda y refleja el estado de cosas existente. Negatividad como el desenmascarar las falsas formas de conciencia.
2. Multidisciplinar. No está en manos de unos especialistas concretos buscar las irracionalidades sociales, sino que es tarea de Economistas, sociólogos, psicólogos, filósofos..., todos trabajando juntos podrán descubrir el sentido de la situación social en la que vivimos.
3. Recuperar el "deber ser", la posibilidad como instrumento que forme parte del análisis de la realidad humana, que con el positivismo, se ha reducido al análisis y aceptación de los hechos. Horkheimer dirá que la "teoría crítica" es un esfuerzo imaginativo, utópico que trasciende los límites presentes de la realidad, hay que superar la barrera de la realidad material
4., Dialéctica. Afirma que todo conocimiento está determinado por mediaciones. La teoría no es independiente de los procesos sociales históricos y económicos, entre los cuales ha aparecido, sino que estos determinan el objeto y finalidad de la investigación. Toda teoría está sustentada por intereses. Su aparente objetividad, oculta generalmente su carácter ideológico. Además, en el caso de las ciencias sociales el investigador forma parte del objeto social investigado. De ahí la categoría de totalidad, la verdad está en el todo. Teoría de la sociedad como un todo. Sólo desde este sentido que interrelaciona los ámbitos histórico, económico, social, psicológico, sólo desde esta visión totalizadora podremos hablar de la verdad.
5. Emancipadora. Ha de estar al servicio de la emancipación del hombre, ha de estar imbuida por la praxis y derivar en una praxis liberadora. La realidad sociohistórica presente es irracional, injusta y opresora, y por tanto, la "teoría crítica'1 se propone hacerla más racional y humana.
Herbert Marcuse
Cuando el nazismo cerró las puertas del instituto de investigación social, marchó con los demás miembros a EEUU, pero mientras el resto volvió en los 50, él quedó en aquel país por lo que su perspectiva crítica va a ir dirigida a las sociedades industriales avanzadas. Allí va a escribir obras como "Eros y civilización" o "El hombre unidimensional". Para Marcuse, toda crítica a lo existente ha de basarse en un a priori moral inalienable; "la vida es digna de ser vivida y la razón ha de promover el arte de vivir la vida". El objetivo es vivir del mejor modo posible, en función de los recursos disponibles. Aquí aparece su análisis de las necesidades ¿Cuáles son las necesidades verdaderas y cuáles las falsas? Las primeras son el alimento, el vestido y la vivienda. Las falsas son aquellas que intereses sociales particulares imponen al individuo para su represión. "La necesidad de producir y consumir, el despilfarro". La satisfacción de las falsas necesidades lo que hace es reprimir al hombre, reducir el tiempo personal y convertirlo en un tiempo de trabajo. El hombre ha cambiado el placer y el ocio por tiempo de trabajo, con la única finalidad de satisfacer sus falsas necesidades. En las sociedades primitivas, los hombres trabajan una media de dos a tres horas para satisfacer sus necesidades; en las sociedades industriales avanzadas se superan las nueve horas). Pero esta ampliación del tiempo de trabajo también como objetivo oculto quita al hombre tiempo para sí, tiempo de libertad, tiempo para pensar, tiempo de creatividad, tiempo que puede usar para descubrir que está prisionero de esas falsas necesidades. 4 Herbert, denuncia la atomización social, lejos de fomentar al individuo ilustrado que aspira a desarrollar una vida rica en valores, las sociedades Industriales avanzadas impulsan la atomización social. Individuos encapsulados en sus vidas privadas, incapaces de reconocer otros intereses que los propios, y convertidos en simples productores consumidores. Cada vez es más difícil que identifiquen sus intereses de clase, o sus intereses colectivos, y así atomizados le es más fácil al sistema manipularlos. La atomización del individuo lleva consigo su absoluta desvalorización; puede suprimirse, contratarse, enviar al paro sin remordimientos, cada vez que la mecánica social lo requiera. El hombre atomizado, pierde por completo su dignidad, y tan sólo tiene un valor de cambio, de mercado. (La mayor expresión de esta idea son los campos de exterminio nazis.) Denuncia las nuevas funciones asignadas a la tecnología en las sociedades industriales avanzadas. Si en sus orígenes aparecían los objetivos de liberar de tiempo para incrementar la libertad y el ocio humano, ahora lo que hace es imponer sus exigencias sobre el tiempo de trabajo y el tiempo libre, sobre el tejido productivo y sobre la cultura. Ha contribuido más que ninguna otra Institución humana a la homogeneización de los individuos, pues ha impuesto una forma de vida “The american way of life" que legitima el orden de cosas establecido e imposibilita la crítica, puesto que ello supondría ir contra el intocable "progreso" y se ha convertido en la fuente de la que mana la alienación en los sistemas capitalistas. Aquellos países que no tienen acceso a la tecnología quedan excluidos del desarrollo, sus bienes son esquilmados y peligra la satisfacción de sus necesidades verdaderas.
La irracionalidad de nuestra sociedad, se pone de manifiesto en sus contradicciones:
-El incremento de la productividad no incrementa el bienestar humano, sino que crea bolsas de exclusión social.
-La paz, se mantiene mediante la amenaza de guerra. En nombre de la paz, hoy se puede destruir cientos de veces el planeta en que vivimos.
-En el momento en que más información hay es el momento en que más desinformados estamos.
-La libertad de pensamiento y de opinión está en manos de los medios de comunicación que manipulan y tergiversan nuestra opinión y pensamiento, con lo que deja de ser libre,
-La libertad política mediante el sufragio universal depende de los ingresos y los asesores de imagen, compañías de publicidad, que tengan los candidatos políticos Todo ello hace que sea necesaria una revisión de la libertad de pensamiento que implique la eliminación de la opinión pública, la revisión de las democracias y el papel de que dentro de ellas tienen los tecnócratas.
Jürgen Habermas
Nació en 1929, estudió filosofía, además de psicología, literatura, economía e historia. Podemos decir que es un filósofo multidisciplinar. Formó parte del Instituto de Investigación social y pasó por las Universidades de Heidelberg y Frankfurt, abandonó la Universidad para dirigir el Instituto Max Planck. Hasta ahora nos ha dejado obras como "Ciencia y técnica como ideología", "Conocimiento e interés" "Conciencia moral y acción comunicativa".
Teoría de la acción comunicativa
En "Teoría de la acción comunicativa" (1981), trata de buscar los fundamentos normativos de una teoría de la sociedad, para ello se embarca en el problema de la racionalización de la sociedad moderna. Y descubre que las sociedades industriales avanzadas se estructuran en torno a dos elementos:
I. La "razón instrumental" es aquella que ha regido la historia, y está marcada por el esfuerzo del hombre por dominar la naturaleza, incluida la suya propia. La humanidad, ha otorgado la primacía absoluta a la razón subjetiva, es decir, a una forma de racionalidad que sólo se refiere a la adecuación de los medios a los intereses subjetivos de la autoconservación. Es un instrumento para todas las empresas de la sociedad, que atiende exclusivamente a los medios, y ha renunciado a la tarea de juzgar los actos o el modo de vivir del hombre. Esto ha culminado en que la razón, en lugar de liberar al hombre ha conducido a la barbarie de la dominación universal de la naturaleza y del hombre. La naturaleza, también la humana ha sido cosificada, es decir degradada a pura materia. Dominar, se convierte en un fin en sí mismo.
II. La "razón comunicativa" trata de establecer un acercamiento al lenguaje como vía de comunicación interpersonal. Trata de recuperar el triple significado que para los griegos tenía el término Logos (razón, orden y palabra). Habermas analiza primero las condiciones universales que se han de cumplir para lograr el entendimiento intersubjetivo entre los hablantes:
a. Pretensión de inteligibilidad, tratar de decir algo comprensible.
b. Pretensión de verdad, pretender decir algo que se corresponda con lo que sucede.
c. Pretensión de rectitud, intentar decir algo correcto, acatando las normas de la comunidad de hablantes; y
d. Pretensión de veracidad, lo que se dice ha de ser coherente con lo que pensamos, con nuestro ideario.
Lo normal es que esas condiciones no se cumplan y lo que viene en esos casos es lo que Habermas llama "discurso", que es el acto de comunicación en el que tratamos de hacer válidas las condiciones mediante argumentaciones. Con las argumentaciones tratamos de hacer nuestro discurso recto, verdadero y veraz; y para ello ha de respetar la situación ideal del habla que sostiene la posibilidad de que todo el mundo participe en la discusión, lo hagan en pie de igualdad, libremente y sin coacciones y que se imponga la postura de aquellos que convencen mediante la razón y no mediante la fuerza. De este modo pretende Habermas llegar a una teoría consensual de la verdad y que esta verdad consensual sirva para legitimar las normas éticas, los valores que han de juzgar los fines humanos. Esta nueva racionalidad, la comunicativa, estaría por encima de la racionalidad instrumental, científico-técnica, es el único camino para recuperar el sueño Ilustrado de la modernidad, encaminado hacia el desarrollo de la racionalidad universal dentro de una convivencia libre y fraterna de la humanidad. Con estas herramientas, Habermas dirige su mirada hacia la sociedad y distingue en ella dos niveles de acción y de racionalidad, la instrumental y la comunicativa; ambos se articulan paralelamente en dos planos sociales: el sistema, y mundo de la vida. El sistema, se refiere a la organización del mundo de la economía y del poder, mecanismos de autorregulación de la sociedad encaminados a resolver los problemas de su autoconservación. El mundo de la vida, se refiere a las estructuras de la cultura, las normas y los valores, los problemas de reproducción cultural, socialización... Existe pues una clara correspondencia entre: sistema-acción racionalidad instrumental y mundo de la vidaacción racionalidad comunicativa. Su análisis de la sociedad descubre las patologías sociales, que serían invasiones que la lógica instrumental hace en el mundo de la vida, interpretándolas como colonizaciones de los ámbitos del mundo de la vida de los subsistemas del poder y del dinero; pone de relieve el proceso de cosificación de la sociedad moderna en la que ha triunfado la razón instrumental. La "Teoría de Acción Comunicativa" permite también extraer consecuencias normativas, es decir determinar lo que racionalmente debe o no debe suceder, así como elaborar una cierta utopía positiva, en la que se recupera el ideal integral de la Ilustración del siglo XVIII, lograr una auténtica racionalización de la sociedad en la que sistema y mundo de la vida se encuentran armonizados, en el que la razón comunicativa regule los fines de la razón instrumental
Anthony Giddens
Es el autor de lo que hoy se conoce como la tercera vía, una nueva y posible filosofía política. La tercera vía tiene como objetivos: -Recuperar el arraigo social perdido por las democracias, debido básicamente a que el ciudadano considera que las grandes decisiones sobre el destino de los estados, ya no están en manos de los políticos, sino de los tecnócratas, los especialistas en economía, gestión, sociología, psicología, pedagogía..., las sociedades industriales avanzadas apuntan hacia la tecnocracia. Dicha tecnocracia está dirigida por la racionalidad científico-técnica, por la racionalidad instrumental, con lo que el ideal de construir un ciudadano ilustrado queda desvirtuado, lo que las políticas fomentan es precisamente la atomización social.
-Entablar un diálogo en esas condiciones ideales del habla que ha desarrollado Habermas entre dos filosofías políticas fracasadas: la derecha, liberalismo económico y conservadurismo político frente a la antigua izquierda, hoy izquierdas moderadas, las socialdemocracias.
-Asumir los tres grandes cambios que han trasformado nuestro mundo en este fin de siglos:
a. El impacto de la globalización en la naturaleza del estado» en las nuevas relaciones económicas y en la comunicación electrónica; estamos viviendo la primera fase de la emergencia de la sociedad cosmopolita global.
b. La emergencia de la "economía sin peso", es decir la comercialización de la información no de bienes físicos o materiales, es lo que mueve los mercados e incrementa el valor de la economía global. Esta nueva disposición de la economía ha cambiado el perfil de las clases sociales y en especial de la clase trabajadora, clave para las socialdemocracias.
c. Disolución progresiva de nuestras tradiciones, costumbres y hábitos sociales; el ser humano, por primera vez de un modo real y práctico, deja de vivir su vida como un destino. (Hace 40 años, una mujer, nacía y su vida estaba más o menos prefijada, se casaría, tendría hijos, quedaría en casa, cuidaría de los niños, después de los mayores, más tarde de los nietos.., . La duración medía de un matrimonio era de 40 años, hoy es de apenas 10 años en las sociedades industrializadas avanzadas.)
La política de la tercera vía ha de justificar la nueva praxis política que propone y que ha de acomodarse en una posición de centro radical. Es consciente que de el diálogo entre conservadurismo y socialdemocracia, ha de preservar unos elementos y deshacerse de otros de cada uno de ambos interlocutores; y de que el consenso social, así como permitir a sus ciudadanos dirigir sus vidas, (las nuevas plasmaciones de la libertad se hacen en el autodesarrollo, la autoactualización y la autorrealización) han de ser las nuevas consignas políticas.
La tercera vía promoverá una sociedad dinámica, es decir, ha de estar dispuesta a tomar riesgos. Hay que buscar un equilibrio entre riesgo y seguridad económica. Su traducción en el plano económico supone que tanto empresa como fuerza laboral han de buscar un equilibrio ante un estado menos protector social; del mismo modo, las familias, los matrimonios, la sexualidad, las relaciones humanas se flexibilizarán, dando lugar a nuevas soluciones culturales.
La relaciones políticas cambiarán, los ciudadanos cada vez menos interesados en los líderes, en las ortodoxias ideológicas y más en los temas y en cuestiones más globales (solidaridad, cooperación internacional, diversidad cultural, ecología, sexualidad y género...) exigen una regeneración de la legitimidad política y una incorporación de nuevos mecanismo democráticos. El estado de bienestar en los términos actuales es insostenible y se reducirá considerablemente, se conservará probablemente la educación, la salud, los mercados, (inyecciones económicas a empresas) subsidios por desempleo y pensiones. Pero su vigencia está en manos de la economía global. Del mismo modo el concepto de estado ha de cambiar, dirigiéndose hacia el de nación cosmopolita, un ejemplo de ello serían las naciones sin estado, (como las que hoy componen España)
Por último una de las tareas que más complicada tiene la nueva filosofía política es la de conservar e incrementar la clase media, auténtico sujeto al que va dirigida la tercera vía. Para ello propone una sociedad de igualdad de oportunidades moderada. En una sociedad de igualdad de oportunidades pura, se generan muchos excluidos sociales por abajo y otros excluidos por arriba debido a la meritocracia (es el problema que genera el capitalismo, cada día engendra más desigualdades sociales). La tercera vía habla de una igualdad de oportunidades moderada y de un meritocracia también moderada como mecanismos para que la clase media se expanda. Se ha de tratar como exclusión social tanto la que se hace por abajo, como la que se hace por arriba.
Bibliografía
Boladeras. M. (1985). Razón crítica y sociedad. Barcelona. P.P.U.
Wellmer. A. (1979).La teoría crítica de la sociedad y el positivismo. Barcelona. Ariel.
A. Cortina (1985). Crítica y utopía: La Escuela de Francfort. Madrid.Cincel.
Gimbernat, J.A. (1997). La filosofía moral y política de Jürgen Habermas , Madrid, Biblioteca Nueva.
Gilbert Hottois (1999). “Historia de la filosofía del renacimiento a la posmodernidad”. Madrid. Cátedra.
Herbert Marcuse. (1968): El hombre unidimensional, Barcelona: Seix Barral.
T.W. Adorno. (1964). Justificación de la filosofía, Madrid: Cuadernos Taurus.

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